domingo, 8 de diciembre de 2013

DECONSTRUCCIÒN

DECONSTRUCCIÒN
 
El término inglés deconstruction se usa para hacer referencia a un movimiento crítico inaugurado con una ponencia de Jacques Derrida. La Deconstrucción se plantea como una crítica de los métodos tradicionales e, incluso, de la teoría literaria misma; es una modalidad concreta de lectura de textos; los deconstruccionistas no tienen un método.
 
La deconstrucción no prefiere no interpretar, no asignarle un contenido a un texto porque ese contenido nunca será la última palabra sobre el tema; va deconstruyendo las oposiciones que son en gran parte la base del pensamiento Estructuralista.
 
La deconstrucción parte de una distancia evidente respecto a tres conceptos: Totalidad- qué la obra puede ser aprehendida en su globalidad-, sentido- es interminablemente alegórico y por ello, doble-, y el centro –el eje en torno al cual gira todo lo demás.
La deconstrucción separa la escritura de la intención del autor, de las expectativas del receptor y de los rasgos contextuales para poder afirmar así que la escritura está libre de todo significado trascendental.
 
Paul De Man cree que no existe una lectura errónea opuesta a una lectura correcta, sino que la errónea es requisito necesario de toda lectura. La lectura es un errar continuo que ni una crítica técnica ni una deconstructiva puede detener.
 
Para J. Hillis Miller, la crítica deconstructiva se centra en una afirmación y en una negación de esa afirmación. El proyecto deconstructivo de Miller se centra en tres puntos:
 
  •  Interpretación del texto siguiendo el laberinto histórico que propone el injerto textual.
  • Tratar de encontrar el elemento que en el sistema estudiado resulta alógico y rompe con la unidad de sentido.
  • Demostrar que el texto se autodeconstruye a sí mismo sin necesidad de que nadie lo haga por él.

ESTÉTICA DE LA RECEPCIÓN

ESTÉTICA DE LA RECEPCIÓN

Afinales finales de los años sesenta tuvo lugar un cambio de paradigma en los estudios literarios y el foco de atención se desplazó desde la obra hasta el lector. 
 
 
 

 
El polaco Roman Ingarden puede ser considerado el principal precursor de la Estética de la recepción en lo referente a las cuestiones hermenéuticas.
En su fenomenología supone uno de los principales precedentes de la teoría de la recepción. Sus tesis suponen una especie de puente de unión entre la hermenéutica de Heidegger, la fenomenología de Husserl y la teorìa literaria. Según lngarden, los objetos representados en una obra literaria exhiben lugares o puntos de indeterminación que deben ser rellenados por el lector, que desempeña, pues, un pape totalmente activo en la comunicación literaria, a esta función la llama concretización.
 
 
 
 
 
 
Jan Mukarovski señala que una obra no puede quedar fuera de la historia, ya que se encuentra presente en l estructura de significacion del texto.


 
 
 
 
 
 
Husserl establece dos direcciones descriptivas una es la descripciòn de los actos intencionales, noètica y la descripciòn de los objetos intencionales, la noemàtica.
 
 
 
 
Hans Robert Jauss, pretendìa configurar una historia de la literatura desde la perspectiva del lector. Y establece que un texto nunca darà el mismo aspecto a todos los observadores y aùn asì èste cambiarà en cada momento. Jauus distingue dos tipos de horizontes:  

  • Horizonte de Expectativas: Implicado directamente en la obra.
  • Horizonte de Experiencias: Suplido por el receptor.

 
Zimmermann consigue que se tome en cuenta al lector en la relación entre literatura y sociedad y no quede limitado sólo al acto de la escritura.




 
 


lunes, 25 de noviembre de 2013

SEMIÓTICA LITERARIA



SEMIÓTICA LITERARIA


Hace más de dos siglos que John Locke concibió la existencia de una ciencia de los signos y de las significaciones constituida a partir de la lógica entendida como ciencia del lenguaje. Aunque se ha pretendido a veces diferenciar entre Semiótica (término de origen angloamericano) y Semiología (término de origen europeo-continental), lo normal es unificar ambas denominaciones en el término semiótica, que es lo que hizo la lnternational Associationjor Semiotic Studies en 1969.

Concebir la obra literaria como una estructura era un principio básico del Formalismo y del Estructuralismo, pero faltaba añadirle al signo su dimensión comunicativa, que es lo que hace la Semiótica. El punto de partida de la Semiótica es la intención de comunicar inherente a todo signo. La Semiótica literaria, pues, parte del convencimiento semiótico general de que toda actividad humana, afirma que la obra literaria es una forma específica de creación de significado, es decir, es un modo de comunicación en el que intervienen: los signos. 

El análisis semiótico procura desmontar un proceso que se inicia con la codificación por parte del emisor y termina con la descodificación por parte del receptor. Además, la Semiótica no se ocupa sólo de los signos lingüísticos, sino también de los no lingüísticos: de todo tipo de signo. La Semiótica estudia, la operación de significar. Queda claro, así, que la Semiótica es un proceso totalizador: tiene como objeto de estudio todo lo que rodea y constituye al hombre. 

Hacia 1960, el Estructuralismo literario en la Unión Soviética. Surgió una nueva corriente crítica: la Semiótica soviética, entendida como la ciencia que estudia cualquier sistema de signos usado en la sociedad humana.

Hay que destacar, el trabajo de Juri Lotman La estructura del texto artístico, que es una de las principales aportaciones a la Semiótica específicamente literaria. El objeto de su libro es tanto la organización interna del texto artístico como su funcionamiento social. Partiendo del convencimiento de que el arte es un medio peculiar de comunicación, un lenguaje organizado de un modo peculiar.


 Lotman centra su atención en el aspecto semántico de la literatura y parte de la convicción semiótica de que cada significante tiene que tener un sentido (un significado), pues todo signo implica un significante y un significado,  asume que si la forma tiene que ser interpretada de algún modo es porque tiene un sentido. Subrayar que el arte no está sólo para ser percibido, sino también para ser interpretado, porque la interpretación es una necesidad cultural. Pues la finalidad de cualquier actividad semiótica es transmitir un contenido.

La conclusión a la que llega Lotman es, en definitiva, que una obra literaria no presenta ningún elemento que sea sólo y exclusivamente formal; todos los elementos son elementos de significado. Para Lotman, lenguaje es cualquier sistema organizado de signos que sirva para la comunicación entre dos o varios
individuos, incluyendo también casos de autocomunicación. Él sabe que un signo, no soló tiene que ser portador de un significado, sino que además tiene que formar parte de un sistema. Lotman concibe el texto literario como signo cultural. 

El arte es, desde un punto de vista semiótico, un lenguaje secundario y, como tal, un sistema modelizante secundario, y  debe ser concebido como una práctica social. El arte es un sistema modelizante secundario. Es un sistema porque es un conjunto de signos que se combinan entre sí formando una estructura a partir de unas reglas determinadas. Es secundario porque el carácter artístico de su comunicabilidad se basa en el segundo nivel, el connotativo, que es el específicamente artístico, y no en el primer nivel, el denotativo. Y es modelizante porque, pese a estar construido sobre el modelo del funcionamiento de la lengua natural, no remite a él para su descodificación, sino que construye su propio modelo, tiene sus propias leyes.

El lector tiene que conocer el código de la lengua y, además, el código literario. Si el receptor no conoce los códigos empleados por el emisor la descodificación o interpretación del texto no será posible.  Para Lotman, un texto literario es un signo que opera en un amplio contexto cultural.  Un análisis semiótico completo tiene que abarcar estos tres aspectos:

  • Análisis de la formación semiótica del texto: cómo es organizado formalmente un texto para que tenga significado.
  • Análisis del proceso de producción de sentido: cómo es interpretado el texto por sus lectores, qué códigos hay que conocer para que sea posible la interpretación y qué condicionamientos extratextuales determinan el sentido que se le otorga al texto.
  • Relación del texto con el contexto en el que funciona.
La ventaja del método semiótico de Lotman es que sirve lo mismo para analizar la estructura literaria interna y las relaciones externas entre el texto y el contexto sociocultural.
                             



Charles Morris señalo en 1938, una teoría semiótica abarca tres componentes: una sintaxis, una semántica y una pragmática. 





Julia Kristeva propone, una nueva ciencia, el semanálísis, que viene a ser una mezcla de lingüística, de psicoanálisis y de marxismo. El semanálisis se plantea como una nueva Semiótica.                                                                              
El enfoque semiótico no se opone al Formalismo ni al Estructuralismo. La literatura posee su propio lenguaje, que no coincide con la lengua natural, sino que se superpone a ésta y, por tanto, esto implica que la literatura posee su propio sistema de signos y de reglas de combinación de éstos. La Semiótica estudia todos los fenómenos de comunicación como el paso de una información desde un emisor a un destinatario, por tanto hay que establecer un método de análisis que abarque el estudio de todos los factores que entraña formar parte del circuito comunicativo: emisor, código, mensaje, referente, canal, receptor y contexto.


                             

FORMALISMO RUSO


Suele decirse que la teoría literaria del siglo xx comienzan con el  formalismo ruso.
En el Circulo Lingüístico de Moscú destacan investigadores como Roman Jakobson, Petr Bogaritev y G. O. Vinokur. Este Circulo se forma en un ambiente marcado por el influjo de la filosofía de Husserl: la fenomenología. En cuanto a la Opojaz, destacan Lev Jakubinski, Sergei Bemstein, Viktor Shklovski, Boris Eichenbaum y Osip Brik. Y el Instituto Nacional de Historia del Arte de San Petersburgo, ambas institución vinculada al Formalismo. Estas tres instituciones citadas señalan los tres enfoques que conforman la perspectiva crítica del Formalismo:
  • El enfoque lingüístico (Círculo Lingüístico de Moscú).
  • El enfoque poétíco (Opojaz: Sociedad para el Estudio del Lenguaje Poético) 
  • El enfoque histórico (Instituto Nacional de Historia del Arte). 
Los jóvenes formalistas querían que sus ideas, sus métodos y su terminología contrastaran notoriamente con la tradición crítica que les precedía y dominaba aún el panorama de los estudios literarios en Rusia. Para los formalistas, la creación literaria no era fruto de ninguna inspiración, no obedecía a ningún misterio ni a ninguna experiencia inefable; se trataba de algo mucho más prosaico: el dominio del oficio. El Formalismo invitaba ver el arte simplemente como arte.


Roman Jakobson, es quien llevó las ideas esenciales del Formalismo a los lingüistas y críticos literarios checoslovacos (desde 1920 vivía en Praga) y nació así el Círculo Lingüístico de Praga.
En su estudio sobre La poesía rusa moderna, Roman Jakobson define perfectamente cuál es el interés principal de los formalistas al señalar que el objeto de la ciencia literaria no es la literatura sino la literaturidad (o literariedad), es decir, lo que hace de una obra dada una obra literaria.



Viktor Shklovski puede ser considerado el adalid del Formalismo a la vez que el principal teórico del Futurismo. Shklovski fue el primero en dar un sentido nuevo a la noción de forma, concibiéndola, no ya como un envoltorio, sino como una entidad dinámica que tiene un contenido en sí misma. Shklovski enunció con suma claridad: La finalidad del arte es dar una sensación del objeto como visión y no como reconocimiento; los procedimientos del arte son el de la singularización de los objetos, y el que consiste en oscurecer la forma, en aumentar la dificultad y la duración de la percepción. Según Shklovski, pues, cuando las acciones se hacen habituales dejan de ser percibidas y pasan a ser, simplemente, reconocidas, es decir, el espectador apenas presta atención porque entrevé unos rasgos formales a los que su retina está ya tan acostumbrada que no es preciso fijar demasiado la atención.

Son cuatro los elementos que deben ser tenidos en consideración en todo fenómeno de desautomatización:

  • El artista que crea el artificio oscureciendo la forma y aumentando la dificultad de la percepción.
  • Los procedimientos con los que se consigue retener la atención del lector.
  • El receptor, que realiza la acción de la percepción y concede al procedimiento un valor estético.
  • La duración de la eficacia estética del procedimiento. Entra aquí la perspectiva diacrónica, es decir, la consciencia de que, con el tiempo, los procedimientos desautomatizadores llegan a ser víctimas de la automatización, se agota entonces su eficacia estética y es preciso recurrir a otros procedimientos.
Con el tiempo, el concepto de desautomatización fue ampliado por Tinianov y Mukarovski.





Tinianov concibe la obra literaria y por extensión toda la literatura no como una entidad simétrica y cerrada, sino como un sistema, una entidad dinámica constituida por una serie de elementos tema, estilo, ritmo, etc. en interacción mutua.





Sobre la evolución literaria: la teoría de la dominante. Los formalistas plantearon la evolución literaria atendiendo exclusivamente a los procedimientos intrínsecos del arte literario, a las distintas funciones que esos procedimientos iban desempeñando a lo largo del tiempo. Los formalistas rusos se pronunciaron sobre la teoría de los géneros literarios el problema más difícil y menos estudiado.  El concepto de la dominante obliga a replantear la dinámica de la evolución artística.

El Formalismo ruso, en cuyo seno se desarrollan las ideas que supondrán la base de la narratología del siglo xx. Con el precedente aristotélico, los formalistas proponen un modelo de análisis orientado preferentemente hacia la forma del relato. Su objetivo es aislar los procedimientos técnicos utilizados por el escritor para conseguir que un conjunto de elementos acabe teniendo una estructura narrativa. Frente a la idea tradicional de que el relato es una combinación de motivos temáticos, Shklovski afirma que las obras literarias cuentan con procedimientos específicos de composición, de modo que no son el resultado de la suma de elementos temáticos, sino de elementos de elaboración que nada tienen que ver con un nivel temático.

Los orígenes remotos de esta distinción se encuentran en la Poética de Aristóteles. En el momento de presentar las seis partes constitutivas de este género literario, una destaca Aristóteles como la más importante de todas: la fábula que es considerada el alma de la tragedia, es preciso que la fábula esté estructurada de tal manera que incluso sin verla, el que oiga los hechos que ocurren se horrorice y apiade por lo que pasa. Piedad y temor son los sentimientos básicos altruista uno y egoísta el otro que la mímesis tiene que suscitar en el espectador de una tragedia. La idea de que el poeta no es un genio inspirado, sino un especialista de la palabra, alguien que, como cualquier buen artesano, domina las técnicas de su oficio, llevó a los formalistas a concebir la obra literaria como el resultado de la puesta en funcionamiento de varios factores constructivos. Era posible así distinguir entre el material y los recurso empleados para convertir la materia prima en una construcción artística.

El estudio de los motivos las partículas más pequeñas del material temática, según Tomashevski resultaba especialmente fecundo a la luz de esta distinción, pues se entendía que el análisis de un relato podía centrarse en el conjunto de los principales motivos, considerándolos en su sucesión cronológica y en sus relaciones causales, o bien en el orden de aparición que esos mismos motivos adquirían en la obra. Fábula equivalía así a material temático, mientras que trama remitía al proceso de elaboración artística, a la construcción de una forma literaria.

Paralelamente a los formalistas, la crítica anglosajona de la mano de E. M. Forster, vio la necesidad de diferenciar dos aspectos en un relato, para los que reservó los términos plot y story.




Según Forster, hay que entender por story la narración de unos hechos considerados simplemente en su secuencia temporal, mientras que plot alude a una narración de sucesos en la que se pone el énfasis en la relación de causalidad que existe entre ellos, con lo quese consigue un efecto estético.





A comienzos del siglo XX, y con anterioridad al Formalismo ruso, un grupo de estudiosos alemanes entre quienes destacan Otmar Schissel, Bemard·Seuffert y Wilhelm Dibelius centraran ya sus investigaciones en asuntos relacionados con la morfología narrativa. Se trata de la denominada escuela morfológica alemana quien anticipa la concepción formalista de la fábula como material en bruto y la trama como construcción artística.

Aristóteles señaló que los materiales de la fábula (los acontecimientos) deben vincularse siempre siguiendo tres criterios: el de la verosimilitud, el de la necesidad (o causalidad) y el del decoro. Esta idea llevó a los formalistas a hablar de los motivos (las unidades mínimas del material temático) y de la motivación (la relación que permite unir los distintos motivos entre sí).  Tomashevski, distinguía dos momentos claves en el proceso literario: la elección del tema (nivel de la inventio) y su elaboración (nivel de la dispositio y de la elocutio). Y tema y llegó a afirmar categóricamente que no basta elegir un tema interesante; hay que mantener el interés estimulando la atención del lector. El interés atrae, pero la atención retiene. Según Tomashevski, la obra literaria está dotada de unidad cuando ha sido construida a partir de un único tema, entendiendo por tema la unión del material verbal de la obra. Tema es, pues, un concepto acumulativo, implica la acumulación de motivos. Los motivos son las partes no descomponibles. Así, recuperándola distinción fábula/trama, puede decirse que la fábula es el resultado de considerar los motivos en sucesión cronológica y manteniendo una lógica de causa efecto, mientras que la trama es el conjunto de esos mismos motivos pero dispuestos respetando el orden que siguen en la obra.


Vladimir Propp no puede ser considerado uno de los formalistas rusos, pero desarrolló su actividad crítica paralelamente a los formalistas. Fue mundialmente conocido gracias a Morfología del cuento, estudio de un corpus de cien cuentos folclóricos (o maravillosos) rusos. Propp se basa en la descripción de los acontecimientos y en los agentes que llevan acabo las acciones; se mueve, por tanto, en el nivel de la fábula, no de la trama. Propp clasifica y describe. Presenta las deficiencias y problemas de clasificaciones temáticas, y propone una clasificación a partir de los motivos.
En la Morfología del cuento, lleva a cabo una descripción de los cuentos según sus partes constitutivas: Pero se centra en la constitución de la fábula, no de la trama. De modo que Propp inaugura el análisis del texto narrativo como historia, no como discurso. Atiende al contenido narrado y no al modo de narrarlo. Propp redujo a 31 funciones todas las alternativas posibles de acciones que podían desempeñar los personajes en los cuentos maravillosos. Y descubre que puede hablarse de ciertas constantes (unas mismas acciones básicas que se repiten en los distintos cuentos) y de ciertas variables (los nombres de los personajes que llevan a cabo la acción y los nombres de los lugares donde ésta transcurre).

El Formalismo recibió muchas críticas, pero la mayoría de ellas no suponían un abierto rechazo de las aproximaciones formalistas, sino una denuncia de su insuficiencia.

Con su Literatura y revolución, Trotski se convirtió en uno de los máximos responsables del fin de la Escuela Formalista en Rusia. Para Trotski el formalismo era un movimiento superficial y reaccionario, inconsistente y pueril, pero cuyas investigaciones podían ser útiles, e incluso necesarias, si se les reconocía su carácter parcial, fragmentario, subsidiario y preparatorio. Él explica cómo el tipo de crítica literaria defendida por el marxismo es perfectamente compatible con el análisis de los aspectos formales: un criterio social no excluye en absoluto la crítica formal; por el contrario, se complementa perfectamente con ella, es decir, con el criterio técnico.

Bajtin elaboro un trabajo importante: El contemporáneo ruso, en el que cuestionaba los procedimientos del método formal o morfológico en términos parecidos a los de Trotski; es decir, denunciando su insuficiencia, pero renonociéndoles algún mérito. Para Bajtin, los formalistas eran un extremismo indeseable que representaba la moda del cientifismo, de la erudición superficial, del tono sabio precipitado pero seguro de sí mismo, y advertía de los peligros que conllevaba la urgencia de teñir de rigor científico los estudios artísticos: la tendencia de construir una ciencia a cualquier precio y lo más rápidamente posible conduce a un gran descenso del nivel de la problemática, al empobrecimiento del objeto sometido a estudio


domingo, 24 de noviembre de 2013

LA CRÍTICA LITERARIA EN LA EDAD MEDIA

Giovanni Boccaccio


Giovanni Boccaccio, nace en 1313 y muere en 1375. Es considerado el mayor conocedor de la obra de Dante. El objetivo principal de Boccaccio al escribir la Vida de Dante era destacar el hecho de que el poeta admirado consiguió dedicarse en cuerpo y alma, pese a todos los problemas que tuvo a lo largo de su vida, al cultivo de la poesía y a sus estudios de filosofía y teología. Es decir: su intención era demostrar que Dante superó todos los obstáculos que se cruzaron en su camino. Por otra parte, Boccaccio presenta como uno de los mayores méritos de Dante haber sido el primer italiano que ensalzó la lengua vulgar y trabajó para convertirla en materia digna de arte y hacerla adecuada para tratar cualquier tipo de materia.

Dante tambien realizo una obra sobre la genealogía de los dioses paganos, trabajo que realizo por petición de Hugo IV, rey de Jerusalem. Con el objetivo de defender la poesía y a los poetas en general, para después defender su propia obra. Así, una de las primeras cosas que hace es enumerar los principales enemigos de la poesía:
  • Aquellos que sólo se preocupan de los bienes terrenales, de los placeres carnales, y desprecian el trabajo intelectual.
  • Los pedantes que, poseyendo tan sólo un conocimiento superficial de filosofía, intentan deslumbrar al vulgo con palabras ampulosas y acusan a los poetas de ser gente frívola.
  • Los abogados (los juristas), que son gente instruida, gente de mucho prestigio, pero demasiado práctica, pues sólo se interesan por actividades que luego conllevan una compensación económica. Como la poesía carece de esa compensación, les parece una actividad sin el más mínimo interés.
  • Los teólogos de mente estrecha que consideran falsas, oscuras y perjudiciales las fábulas poéticas y que, apoyándose en Platón, creen que hay que expulsar a los poetas de la sociedad porque invitan a la corrupción de las costumbres.


LA CRÍTICA LITERARIA EN LA EDAD MEDIA


Dante Alighieri


Dante Alighieri, nace en 1265 y muere en 1321. Es conocido como el "poeta italiano supremo" y el primer critico moderno de la literatura. Dante empieza señalando los seis aspectos que hay que investigar en una obra de doctrina, los cuales son: el asunto, el motivo o intención del autor, la forma, la finalidad, el título y el género filosófico es decir: el tipo de filosofía expresada. Estos aspectos son examinados en su propia obra. No interpreta sólo el Paraíso, sino que hace alusiones a la Comedia  y asegura que su obra no tiene un significado único, sino plural, entonces se apoya en la teoría de los cuatro sentidos, los cuales los reduce en dos: el primero es el literal y todos los demás son alegóricos extraños.Tras exponer la teoría y haberla incluso ejemplificado, la aplica a la Divina Comedia y afirma que el sentido literal de toda la obra es el estado de las almas después de la muerte, mientras que el alegórico hace referencia al siguiente tema: el hombre sometido, por los méritos y deméritos de su libre albedrío, a la justicia del premio y del castigo.

Dante califica al latín como una lengua artificial ya que fue elaborada, y nunca cambia, ademas tiene una construcción técnica, en cambio la lengua vulgar o lengua materna es algo natural que se aprende, todos conocen una lengua materna y no artificial, quizás los que escriban vulgar sean despreciados ahora, pero después serán los mas reconocidos.