lunes, 25 de noviembre de 2013

SEMIÓTICA LITERARIA



SEMIÓTICA LITERARIA


Hace más de dos siglos que John Locke concibió la existencia de una ciencia de los signos y de las significaciones constituida a partir de la lógica entendida como ciencia del lenguaje. Aunque se ha pretendido a veces diferenciar entre Semiótica (término de origen angloamericano) y Semiología (término de origen europeo-continental), lo normal es unificar ambas denominaciones en el término semiótica, que es lo que hizo la lnternational Associationjor Semiotic Studies en 1969.

Concebir la obra literaria como una estructura era un principio básico del Formalismo y del Estructuralismo, pero faltaba añadirle al signo su dimensión comunicativa, que es lo que hace la Semiótica. El punto de partida de la Semiótica es la intención de comunicar inherente a todo signo. La Semiótica literaria, pues, parte del convencimiento semiótico general de que toda actividad humana, afirma que la obra literaria es una forma específica de creación de significado, es decir, es un modo de comunicación en el que intervienen: los signos. 

El análisis semiótico procura desmontar un proceso que se inicia con la codificación por parte del emisor y termina con la descodificación por parte del receptor. Además, la Semiótica no se ocupa sólo de los signos lingüísticos, sino también de los no lingüísticos: de todo tipo de signo. La Semiótica estudia, la operación de significar. Queda claro, así, que la Semiótica es un proceso totalizador: tiene como objeto de estudio todo lo que rodea y constituye al hombre. 

Hacia 1960, el Estructuralismo literario en la Unión Soviética. Surgió una nueva corriente crítica: la Semiótica soviética, entendida como la ciencia que estudia cualquier sistema de signos usado en la sociedad humana.

Hay que destacar, el trabajo de Juri Lotman La estructura del texto artístico, que es una de las principales aportaciones a la Semiótica específicamente literaria. El objeto de su libro es tanto la organización interna del texto artístico como su funcionamiento social. Partiendo del convencimiento de que el arte es un medio peculiar de comunicación, un lenguaje organizado de un modo peculiar.


 Lotman centra su atención en el aspecto semántico de la literatura y parte de la convicción semiótica de que cada significante tiene que tener un sentido (un significado), pues todo signo implica un significante y un significado,  asume que si la forma tiene que ser interpretada de algún modo es porque tiene un sentido. Subrayar que el arte no está sólo para ser percibido, sino también para ser interpretado, porque la interpretación es una necesidad cultural. Pues la finalidad de cualquier actividad semiótica es transmitir un contenido.

La conclusión a la que llega Lotman es, en definitiva, que una obra literaria no presenta ningún elemento que sea sólo y exclusivamente formal; todos los elementos son elementos de significado. Para Lotman, lenguaje es cualquier sistema organizado de signos que sirva para la comunicación entre dos o varios
individuos, incluyendo también casos de autocomunicación. Él sabe que un signo, no soló tiene que ser portador de un significado, sino que además tiene que formar parte de un sistema. Lotman concibe el texto literario como signo cultural. 

El arte es, desde un punto de vista semiótico, un lenguaje secundario y, como tal, un sistema modelizante secundario, y  debe ser concebido como una práctica social. El arte es un sistema modelizante secundario. Es un sistema porque es un conjunto de signos que se combinan entre sí formando una estructura a partir de unas reglas determinadas. Es secundario porque el carácter artístico de su comunicabilidad se basa en el segundo nivel, el connotativo, que es el específicamente artístico, y no en el primer nivel, el denotativo. Y es modelizante porque, pese a estar construido sobre el modelo del funcionamiento de la lengua natural, no remite a él para su descodificación, sino que construye su propio modelo, tiene sus propias leyes.

El lector tiene que conocer el código de la lengua y, además, el código literario. Si el receptor no conoce los códigos empleados por el emisor la descodificación o interpretación del texto no será posible.  Para Lotman, un texto literario es un signo que opera en un amplio contexto cultural.  Un análisis semiótico completo tiene que abarcar estos tres aspectos:

  • Análisis de la formación semiótica del texto: cómo es organizado formalmente un texto para que tenga significado.
  • Análisis del proceso de producción de sentido: cómo es interpretado el texto por sus lectores, qué códigos hay que conocer para que sea posible la interpretación y qué condicionamientos extratextuales determinan el sentido que se le otorga al texto.
  • Relación del texto con el contexto en el que funciona.
La ventaja del método semiótico de Lotman es que sirve lo mismo para analizar la estructura literaria interna y las relaciones externas entre el texto y el contexto sociocultural.
                             



Charles Morris señalo en 1938, una teoría semiótica abarca tres componentes: una sintaxis, una semántica y una pragmática. 





Julia Kristeva propone, una nueva ciencia, el semanálísis, que viene a ser una mezcla de lingüística, de psicoanálisis y de marxismo. El semanálisis se plantea como una nueva Semiótica.                                                                              
El enfoque semiótico no se opone al Formalismo ni al Estructuralismo. La literatura posee su propio lenguaje, que no coincide con la lengua natural, sino que se superpone a ésta y, por tanto, esto implica que la literatura posee su propio sistema de signos y de reglas de combinación de éstos. La Semiótica estudia todos los fenómenos de comunicación como el paso de una información desde un emisor a un destinatario, por tanto hay que establecer un método de análisis que abarque el estudio de todos los factores que entraña formar parte del circuito comunicativo: emisor, código, mensaje, referente, canal, receptor y contexto.


                             

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